jueves, 24 de diciembre de 2009

btt en invierno

El ciclismo a nivel amateur es uno de los deportes que cuenta con más aficionados en nuestra sociedad actual, sobre todo en la época primaveral, cuando el sol se deja ver y las temperaturas son más agradables.

Es en esta estación cuando muchas personas se animan a coger la bicicleta y echan a pedalear por los montes y carreteras. Sin embargo, llegado el invierno hacen aparición otros fenómenos meteorológicos bien distintos: viento, frío, lluvia, etc. que desaniman al cicloturista a salir a pasear y hace que guarde la bicicleta en el trastero hasta que vuelva, de nuevo, el buen tiempo.

Con este artículo pretendemos que aquellos aficionados al deporte de las dos ruedas no se vean condicionados por la meteorología y les animamos a que disfruten de él en cualquier estación de año, incluidos el otoño y el invierno, siguiendo unas simples pero útiles recomendaciones.

¡Luces y acción!

Las horas de luz solar durante el invierno se reducen considerablemente. ¡Levántate de la cama!... y sal a disfrutar de este apasionante deporte durante las horas matutinas, a fin de evitar posibles contratiempos. Para ello, en días lluviosos o con niebla se antoja necesario llevar alguna prenda reflectante y una luz roja parpadeante en la tija del sillín, de modo que seamos visibles para los demás.

¡Rico, rico!

Durante la época invernal el consumo energético de nuestro cuerpo se dispara debido al frío y a las gélidas temperaturas. En esta estación del año el organismo demanda un mayor aporte calórico con el fin de preservar el calor que genera nuestro cuerpo. Por esta razón es importante que el ciclista ingiera una mayor cantidad de alimentos, especialmente legumbres e hidratos de carbono. Por otra parte, cuando salgamos a pedalear es recomendable llevar siempre algún postre dulce, barritas energéticas o frutos secos para recuperar parte de las calorías consumidas durante el ejercicio físico. De este modo, evitaremos posibles ‘pájaras’.

¡A calentar!

Independientemente de la época del año en la que nos encontremos siempre es importante realizar un buen calentamiento para evitar posibles lesiones. Sin embargo, en los días de frío este apartado cobra una especial relevancia. Cuando empecemos a rodar es conveniente aumentar la cadencia de pedaleo, empleando un desarrollo más suave, para calentar músculos y articulaciones. Por si esto no fuera suficiente, existen en el mercado geles y cremas que generan un efecto térmico casi inmediato y agilizan todo este proceso.


Los grados que marca el termómetro en invierno nos proporcionarán una pista muy importante a la hora de elegir la ropa con la que vamos a salir a pedalear. Sin embargo, durante el invierno la sensación térmica puede llegar a ser heladora. Por esta razón debemos tomar en consideración otra serie de variables como son: la lluvia, el viento, la humedad ambiental y la velocidad a la que rodemos.

¡Vístete como una cebolla!

El ciclismo es un deporte muy dinámico, lo que se traduce en un aumento de la transpiración. Por ello, hemos de procurar que el nivel de sudoración que retiene nuestra ropa sea mínimo.

Para el tronco del cuerpo seguiremos la regla de las capas, es decir, nos vestiremos como una cebolla.

Primera capa

La prenda que esté en contacto directo con nuestra piel deberá tener unas propiedades especiales. Tiene que ajustarse perfectamente al cuerpo, como si fuera parte del mismo. Por ello, será una prenda elástica, con capacidad para retener el calor corporal e impedir que absorba la humedad.

Segunda capa

La siguiente capa nos servirá para combatir los fenómenos climatológicos adversos que hacen su aparición tanto en otoño como en invierno. A su vez, ha de ser una prenda que facilite los movimientos, que tenga una buena aerodinámica, una buena transpiración y que sea de rápido secado.

Tercera capa

La lluvia, el viento y el frío son fenómenos atmosféricos a los que tendremos que hacer frente con una cierta frecuencia, en esta época del año. La prenda más exterior con la que nos vistamos debe estar fabricada con un material aislante para combatir las inclemencias del tiempo, pero al mismo tiempo debe poseer unas óptimas cualidades térmicas. Cualquier chubasquero o cortaviento no vale. Necesitamos uno que sea impermeable pero que a su vez transpire.

Para las extremidades inferiores, un culotte largo será más que suficiente en la mayor parte de las salidas, ya que al estar las piernas en continuo movimiento es difícil que se enfríen. De todas formas, si la temperatura es muy baja se pueden emplear calzones o culottes térmicos.

En los pies podemos llevar calcetines de polipropileno y cubrebotines cortaviento. Es recomendable no apretar demasiado los cierres de las zapatillas. Con ello facilitaremos el riego sanguíneo, lo que favorecerá el mantenimiento de la temperatura de nuestros pies.

Para protegernos las manos podemos usar unos guantes finos de poliéster y otros cortos por encima. En caso de frío extremo se recomienda usar guantes térmicos e impermeables.

Gran parte del calor corporal se escapa por la cabeza, ya que es una zona con bastante irrigación sanguínea. Sin embargo, muchas veces es difícil proteger esta zona debido al uso del casco. Si te incomoda el aire que entra por las ranuras de ventilación puedes pegar cinta adhesiva en el interior del casco para taponarlas. Ésto sólo debes hacerlo con las aberturas que hay en la parte delantera para así permitir la evaporación de sudor por las ranuras traseras. Para esta parte del cuerpo se recomienda el uso de cintas polares que cubren las orejas y permiten el ajuste del casco perfectamente. Otra elemento que puede resultarnos eficaz en los días de frío extremo es una máscara de neopreno, de las que se utilizan para esquí o motociclismo.

Por último, no debemos olvidarnos nunca de las gafas. Este complemento, a menudo ‘olvidado’ por los ciclistas, protege de los rayos ultravioleta, de las rachas de aire frío, así como de las partículas e insectos que pululan en el aire.

¡Regula tus fuerzas!

Muchos son los aficionados a este deporte a los que les gustaría coronar una cima mítica del Tour, Giro o La Vuelta emulando a alguno de los mitos del ciclismo como Lance Armstrong, Miguel Induráin, Alberto Contador o Carlos Sastre. Pero si no eres un profesional de la bicicleta que necesita rendir al máximo, desde este artículo te recomendamos que midas bien tus fuerzas y te abrigues adecuadamente antes de afrontar y disfrutar de una jornada de ciclismo.

Artículo extraído de la web de bicicletas bh.

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