Último día del año, nochevieja, y sólo tres valientes nos atrevimos a salir. El resto, cuya asistencia fue confirmada el día anterior, prefirieron quedarse entre sábanas. No hay justificación, llueva, nieve o truene, hay que salir.
La salida la hicimos a la Fuente de la Taza, próxima a Narváez, con objeto de ver el torrente de agua que fluye ladera abajo tras las últimas lluvias acaecidas y la verdad es que la salida no defraudó, a pesar del mal tiempo, disfrutamos de la Sierra, de su camino en estado impecable, y del maravilloso paisaje, incluidas unas ardillas que salieron a saludarnos.
Las fotos son meramente testimoniales por darle algo de color a esta entrada. Están realizadas en la Fuente de la Taza.
Vaya pose que tiene esta foto, el fotógrafo un poco lentillo.
Mis dos compañeros de salida.
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