martes, 29 de mayo de 2012

101 km La Legión XV edición Ronda 2012

Lo que nos aconteció en Ronda para los que no han pasado por las redes sociales.
Llegamos a nuestra primera cita con Ronda después de una hora de viaje desde el hotel, con el tiempo justito, algo cansados y diciendo que porqué no nos habríamos ido a dormir antes la noche anterior, ¡no tenemos arreglo¡, pero expectantes por ver lo que nos depararía el día.
Nervios en la entrada al polideportivo (salida de la marcha), pero con el saber de que la primera etapa de Ronda, la inscripción, quizás la etapa más difícil, ya la habíamos pasado y con la seguridad de que las horas de entrenamiento iban a aparecer. Ciclistas y marchadores por todos lados, es impresionante, el speaker de la organización animaba y preguntaba a los participantes sin parar ¿de dónde vienen?, se escucharon los lugares más recónditos de la geografía española y entre ellos varias veces “de Baaaza”. El día se había presentado caluroso, más bien propio de los meses de verano.



Se inició la salida de los ciclistas sin el chupinazo inicial, luego supe que se hizo con los marchadores. 20 minutos estuvieron saliendo ciclistas del polideportivo, breve paseo por Ronda con las calles abarrotadas de gente aplaudiendo, parada en carretera de circunvalación y salida oficial cronometrada.
La primera rampa la pasamos bien, a pesar de las aglomeraciones la subimos poco a poco, con desarrollo muy bajo,a8 a8, después varios kilómetros de llaneo con camino irregular, paso de grandes charcos de agua entre carrascas y pinares y llegada a Arriate, sorprende la gente aplaudiendo en las calles como si de una gran vuelta ciclista se tratara. Salimos del pueblo, se inicia un tramo de ascenso algo técnico que provoca tapones de ciclistas y algunas caídas. De nuevo a8 a8. Completamos este tramo parando en el segundo avituallamiento (primero para nosotros), en el que hacemos un reagrupamiento de todos los compañeros.
Hasta Alcalá del Valle se alternan caminos con grandes socavones de pendiente suave ascendente y descendente, según tramo, y algo de asfalto. Avanzamos con marcha tranquila pero continua, adelantando a muchos bikers. En la población pasamos control y cogemos agua y un sobre de gel, yo me lo tomo enseguida, primeros amagos para tomar una cerveza en bar de la población, pero desistimos. Avanzamos 100 m. y se presenta una pared con pavimento de hormigón, aunque corta, no veas que pendiente, toca empujing, algunos atrevidos la suben pedaleando mientras el resto de ciclistas les animamos y aplaudimos, otros aprovechan para hacer fotos. En el tramo siguiente parada obligada para ayudar a un ciclista que reclama una bomba de hinchar.


Continuamos llaneando por caminos agrícolas en mayor parte descendentes hasta Setenil de las Bodegas, impresionante el paso por esta población con sus rocas voladas sobre la calle y el cauce del arroyo, la gente aplaude desde las mesas en las que toman su aperitivo. Nos reagrupamos de nuevo parando en un bar de la población a tomar unas champions como las han denominado. A mí me sienta regular, el líquido frío con el esfuerzo y el calor no lo tolero bien.

Salida de Setenil pasando por puente sobre arroyo en cuyo extremo final se encuentra un legionario peculiar que nos obliga a echar pie a tierra para continuar por una escalinata a la izquierda “nos bajamos y continuamos, nos bajamos y continuamos, …” El avituallamiento siguiente a 200 m. lo pasamos de largo, es normal si acabamos de avituallarnos en la población. Se inicia ascenso suave pero continuado que a mí me hace un poco de mella. Continuamos por camino dispar a veces entre veredas y cauces de arroyos, dos compañeros paramos a inflar las ruedas mientras el resto continúan, después el sobre esfuerzo para alcanzarlos me pasaría factura. Hace tiempo que ya no he oído “a8 a8”.
Se inicia ascenso de varios kilómetros, el calor y los kilómetros ya pasan factura a todos, se empiezan a ver ciclistas tumbados en las sombras descansando, con calambres, tomando aire, subiendo poco a poco o practicando empujing. Hemos pasado el ecuador de kilómetros, que no de dureza. Llama la atención un numeroso grupo de portugueses que marchan reagrupados ¿cómo habrán conseguido inscribirse tantos?. Este tramo culmina en avituallamiento, previo control, en el que paramos obligadamente a hidratarnos.
Después del descanso leve ascenso, aquí si observamos varios ciclistas con calambres después del parón, que nos lleva hasta un tramo técnico de veredas con subidas y bajadas cortas de firme muy suelto de arena, para terminar en tramos de fuerte pendiente descendente, muy técnico para mí, con alguna que otra zona hormigonada y otras con grandes piedras. Empiezo a oler a pastilla de freno quemada como si de un camión se tratara. El cuartel de la Legión lo tenemos a tiro de piedra, pero faltan unos kilómetros entre las heredades de la zona, caminos dispares, unos con asfalto, otros con pedregales, algún que otro corto descenso y cruce de un arroyo que nos dejará en camino paralelo a la vía férrea que nos conduce al cuartel.
En el cuartel la comida apenas si me entra, sólo quiero líquidos y encima no me dan la coca cola porque se me ha olvidado cogerla al pasar con la bandeja, “haber estado atento” me dice un personaje con bata blanca. En las caras de los compañeros se nota el cansancio, algunos ni hablan, quizás son sabedores de lo que aún nos queda. A la salida del comedor Oscar me viene con una coca cola, ¡tú no te ibas a quedar sin coca cola¡, gracias Oscar, cómo la necesitaba. Tomamos un poco el aire en los jardines sentados en unos sacos de tierra, de los de hacer las trincheras, entre maquinaria bélica antigua que han colocado a modo expositivo.
La salida del cuartel con 200 m. ascendiendo se nos hace dura después del parón. Se continúa el recorrido con tramos de carretera descendente. Pasados unos dos kilómetros decidimos poner la cámara en el tubeless de un compañero que pierde aire…, hasta tres intentos con cámaras pinchadas y casi 45 minutos de nuevo de parón.
Retomamos la marcha, quedan unos 28 km., pero muy duros, iniciamos el ascenso por camino que nos dejará en la “cuesta de la ermita”, vaya cuesta, todo el mundo haciendo empujing, algunos se apartan para tomar aire a la sombra, los más fuertes intentan subirla, nos apartamos para dejarles el mejor trazado pues, aparte de la gran pendiente ascendente, es muy técnica, a su paso les animamos. En la coronación, parada obligada, avituallamiento, esta vez de los míos, nos metemos “una bombita” entre pecho y espalda, tomamos aire nos hidratamos y corto descenso por vereda hasta la ermita. Algunos compañeros nos esperan a los rezagados, fotos obligadas en la puerta de la ermita. Retomamos la ruta descendiendo por camino de herradura, vaya descenso, vaya curvas y vaya pendiente, echo pie a tierra, yo soy autónomo, tengo que llegar a Ronda. Al pie de bajada un legionario nos llena los botes de agua, el que quiere, también lo baña.
Continuamos por carretera asfaltada hasta Montejaque y Benaoján, como en todo el recorrido mucho público aplaudiendo en las calles de ambas poblaciones, parajes espectaculares por arroyo junto a la carretera y el cauce del río Guadiaro, los lugareños se están bañando en las pozas y remansos, vaya día de calor. Unos dos km. a la salida de Benaoján un legionario nos desvía por vereda a la derecha, se inicia un tramo ascendente de camino irregular, de nuevo muchos bikers haciendo empujing, a mí hay tramos que me dan ganas, pero continúo poco a poco, más adelante encontramos la avanzadilla de nuestro compañeros ayudando a una chica que ha pinchado, nos refrescamos en arroyo a la derecha y proseguimos la marcha, ahora el cansancio ya no permite pedalear en los repechos, toca empujar la bicicleta, alternamos repechos ascendentes con llaneo hasta culminar en el último avituallamiento. Nuevo descenso con mucha pendiente, hasta iniciar el Puerto de la Muela que coronaremos entre pinares que nos permiten divisar Ronda.
Zigzagueo entre curvas descendentes, vemos algunas caídas, y llegada a las estribaciones de Ronda por el Camino de los Molinos, cuyo tramo final es conocido por la “Cuesta del Cachondeo”, los compañeros mas fuertes tiran para arriba como un “sputnik”, yo practico empujing de nuevo, el final está siendo muy duro para mí, sólo quedamos dos compañeros. A mitad de cuesta oímos las motos que acompañan al primer marchador, nos adelanta andando a una centena de metros de la coronación, va exhausto, con la cara desencajada. Casi coronando hay un ciclista tumbado en el suelo junto a una ambulancia que está siendo atendido por los servicios médicos. Nos montamos en la bicicleta y tiramos para arriba como podemos, el aliento de la gente nos permite continuar pedaleando, arriba, antes del Puente del Tajo nos están esperando el resto de compañeros, han parado a tomar un refresco para entrar todos juntos y los rondeños no dan crédito, “pero si sólo faltan 500 m. para meta ¿qué hacéis?, continuad”… nos reagrupamos y al pasar el Puente del Tajo alcanzamos al primer marchador que no queremos adelantar porque es su momento, marchamos tras él entre el jaleo y el griterío de la gente, nosotros también le aplaudimos, ahora corre pero se le nota con síntomas agotadores.
Entramos en la Alameda del Tajo, que gentío, todos juntos, momento cargado de emoción, nuestro primer Ronda, entra el marchador y después nosotros, toma de tiempos y fotos. Un legionario nos pone la medalla con el ladrillo ¡ya somos cientouneros¡. Y como no, nuestro pódium particular, el reconocido abrazo de nuestras chicas, cual triunfadores de una “gran ronda”.
El año que viene, Dios dirá.

Proyección de diapositivas con las fotos que me han facilitado.

Mapa en bikemap con la ruta que podréis descargar.

Ruta en bici 1607612 - powered by Bikemap 

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